Algunos hombres prehistóricos pintaban animales y escenas de caza en las paredes de las cuevas. La pintura, de la que hacían uso, solía estar hecha con sangre de animales, heces, tierra de diferentes colores, carbón, plantas machacadas, resinas de árboles y grasa animal.
Al parecer estas pinturas tenían una intención mágica. Pensaban que así cazarían más. Estas pinturas se hicieron entre el Paleolítico y el Neolítico.